Los influjos grecorromanos fueron un factor importante en la formación inicial de la Liturgia de las Horas. Estos influjos se manifestaron tanto en la estructura y el horario de la oración como en su contenido y estilo. Sin embargo, estos elementos se integraron en un contexto cristiano, transformándose para expresar su fe y espiritualidad.

Influencias en la estructura y el horario
- Horas del día: La división del día en diferentes horas para orar se origina en la práctica romana. Aunque estas divisiones (prima, tercia, sexta y nona) no coinciden exactamente con las horas de oración judías, influyeron en la forma en que los cristianos estructuraron sus propios momentos de oración.
- Oración pública: La costumbre de realizar oraciones públicas en momentos específicos del día también tiene paralelos en la cultura grecorromana; en ella se llevaban a cabo ceremonias y rituales religiosos en horarios determinados.
Influencias en el contenido
- Lenguaje y estilo: Se debe a que los primeros cristianos utilizaban el griego como lengua principal en sus liturgias. Además, algunas de las formas literarias y retóricas utilizadas en las oraciones tienen sus orígenes en la tradición grecorromana.
- Filosofía y espiritualidad: Algunas de las ideas filosóficas y espirituales presentes en la cultura grecorromana, como la importancia de la contemplación y la búsqueda de la trascendencia, también influyeron en el desarrollo de la Liturgia de las Horas.
Adaptación y transformación
Es importante tener en cuenta que los influjos grecorromanos no se adoptaron de forma pasiva, sino que se adaptaron y transformaron para integrarse en la cosmovisión cristiana. Los primeros cristianos tomaron elementos de su entorno cultural, pero los reinterpretaron y los pusieron al servicio de su fe.