Cuando vamos a Misa lo hacemos con cuatro fines bien específicos:
- Latréutico.
- Eucarístico.
- Impetratorio.
- Propiciatorio.
En que consiste cada uno de ellos:
LATREUTICO. Vamos a la Santa Misa a Adorar a Dios, la Santa misa es el culto de adoración a Dios por excelencia, no hay adoración a Dios más perfecta que celebrar la Santa Misa. Esto se hace evidente por ejemplo cuando rezamos el Gloria, o las Doxologías cuando reza el sacerdote: “por Cristo por él y en él” o “Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios del Universo…”. Ciertamente cuando estamos arrodillados, en el momento de la Epíclesis, cuando el sacerdote impone las manos para que descienda el Espíritu Santo, que envía el Padre desde el cielo para convertir el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, estamos adorando a Dios Trino que se manifiesta; por eso el sacerdote hace una genuflexión después de consagrar el pan y después el vino.
EUCARÍSTICO. Esto significa acción de gracias, derivado de la palabra griega Eujaristós que es nuestra Eucaristía.
IMPETRATORIO. Esto significa que acudimos a la Santa Misa como un acto penitencial, es decir le pedimos perdón a Dios por nuestros pecados, de una manera muy expresa lo hacemos en el acto penitencial en cualquiera de sus cuatro formas; ya sea en el tradicional “yo confieso…”; “Señor ten piedad de nosotros, Cristo ten piedad de nosotros”; o la forma breve utilizada entre semana: “apiádate Señor de nosotros porque hemos pecado contra ti”. O bien, la cuarta forma en tiempos de Pascua cuando el sacerdote nos asperje con agua bendita para recordarnos nuestro bautismo que borró nuestro pecado original.
PROPICIATORIO Esto significa que ofrecemos un sacrificio, como en el pan y el vino ofrecemos en el ofertorio, estamos ofreciendo junto con ellos nuestra vida entera, ese pan y vino es un símbolo de nuestra vida que ofrecemos a Dios junto con el sacerdote, para que el Espíritu Santo que envía el Padre desde el cielo los convierta en el Cuerpo y la Sangre del Hijo que se ofrece por nuestra salvación.
Se consciente de estos cuatro puntos cada vez que participes de la Santa Misa, si lo haces, seguramente tu participación será mucho más plena y fructuosa y tu encuentro con el Señor será más completo.